Práctica anal y masaje prostático

La práctica del sexo anal es una práctica muy frecuente, habrá quienes no les agrade ser penetrados (as),  otros,  a quienes les causa dolor o incomodidad, o por su religión, convicción, valores, u otros motivos no lo harían. Lo que sí es un hecho,  es que los hombres las practican muy frecuentemente,  no solamente los hombres con orientación homosexual como se cree. Algunos que se dicen exclusivamente heterosexuales también. 

Ha habido mujeres que de repente me escriben comentándome que que está pasando porque a su esposo le gusta que le haga masaje de próstata (es el pungo G del varón) Que de vez en cuando él le pide que le haga este tipo de masaje y le comenta que disfruta tremendamente de otro tipo de orgasmo. ( se sugiere utilizar un guante con suficiente lubricante a base de agua, traer las uñas recortadas para no lastimar la próstata y que la pareja se ponga en la posición conocida como del perrito o atergo). 

(Se masajea hacia arriba y abajo, en circulos y haciendo una ligera presión hasta que consiga tener el orgasmo) el masaje de próstata no solamente produce otro tipo de placer orgásmico distinto al que el hombre experimenta cuando practica el coito, si no que, también sirve para testear el tamaño de la próstata y si hubiera dolor por cualquier motivo o la forma de la misma tuviera alguna protuberancia o la forma la sintieran diferente, entonces  hay que suspender la práctica y acudir con el urólogo. Cuando el hombre es alérgico al latex se puede utilizar condón que sea de otro material, como por ejemplo el poliuretano, o viceversa.

A un hombre con orientación heterosexual le puede gustar el masaje prostático, ese gusto no tiene nada que ver con la orientación sexual de una persona. Recordemos que la próstata es el punto de máximo placer de los hombres así como para las mujeres, es el  punto g está en la entrada de la vagina, hacia arriba entre los primeros de 3 a 5 cms. 

Para realizar la práctica anal hay que relajar el esfíter interno que se encuentra después del ano como a los 3 a 5 centímetros. El esfínter interno es muy fuerte, solo que hay que relajarlo para que no resulte incómodo o doloroso. Se puede relajar con un dildo pequeño y dejarlo colocado unos 10 segundos, después sacarlo y volverlo a introducir otros 10 segundos y así sucesivamente varias veces. Después hay que hacerlo con otro dildo de un tamaño un poco mas grande y hasta con un tercero. 

Al momento de la práctica,  ocupas estar lo más relajado (a) posible para facilitar la penetración para  que puedas disfrutarla. Claro que habrá mujeres u hombres que no les agrade practicarla ni hacerla a su pareja, lo que si me permito aclarar aquí es que este gusto no tiene nada que ver con la orientación sexual de la persona y tampoco es verdad, que si un hombre que se dice heterosexual la practica "se volverá" homosexual porque le gustó., esto es un mito (osea, una mentira), una persona homosexual nace siendo homosexual y lo va descubriendo a lo largo de su vida. un homosexual no se hace ni tampoco se prefiere ser ni lo elige. Solamente es

Pues bien, como ya se los decía, esta práctica no es exclusiva de las parejas homosexuales. Y también como lo he mencionado en otros temas, si no te gusta practicarla, está bien, la practica del erotismo humano es diversa y basta, en gustos se rompen géneros. Mas no debes juzgarla (o) por tus creencias o criticar a tu pareja si le agrada de vez en cuando que se la hagas, el hacerlo,  solo lo (la) pondrá feliz. Hay que respetar los gustos siempre y cuando sea de mutuo acuerdo., sin obligar, chantajear o presionar. Debe haber disposición..

Lo que sucede entre cuatro paredes es parte de la intimidad que tienes con tu pareja,  a menos que,  seas de los que les gusta ventilar su vida privada, que de ser así ya no sería privada.

 Disfruten su vida sexual  y sean felices a su manera,  sin dañar a los (as) demás.